EL VELESIVENT

Este es el velero que pintó la artista Noblom, creo que es brasileña o portuguesa porque pues habla portugués jaja, su corriente es la de figurativo.Lo que sea, es que visualmente me hipnotizó el velero.

Así como observo la pintura, le busco una simbología muy parecida a lo que mi mente quiere manejar constantemente, talvez por eso me llamó a desmantelar sus elementos.

La permanencia circular que se puede apreciar en todo el trazo para mi es una similitud en representación con lo chonchos que pueden ser mis sueños, son así de gordotes, enormes, que siempre dan una sensación de vuelco y de quererlos reventar, también abrazarlos de lo pachones que se ven.

La mar creo que es un elemento clave en mi vida, siempre lo he dicho y me ha parecido así que es uno de los lugares donde más me suelo fantasear. Cada que tengo la oportunidad estar ahi con toda esa energía que generan las playas, es donde me puedo recuperar, donde puedo pensar claramente, talvez sea por ese horizonte infinito que se ve cada vez que te puedes sentar en una orilla y contemplar. He tratado también de retar muchas veces al mar, no tan graves accidentes me han sucedido, por lo considerado que ha llegado a ser, pero sí creo firmemente en que es algo con lo que siempre estoy luchando. Lucha de fuerzas, cada que me encuentro nadando en la mar.

Tal cual está en la pintura, el mar enconcha el velero... talvez lo quiera hundir y destruirlo para enterrarlo eternamente o simplemente proteger y es así como se mueve mi vida siempre, desde hace 20 años, es así. Siempre tratando de salir a flote o siempre cubierta, llena de cosas positivas...¿ es así tan voluble como mis ciclos como mi destino?, porque ya no sé si realmente el destino sea tan desvariante como lo es mi vida. Nada lineal, nada estable.

Es chistoso que también haya una Luna, porque para mi el mejor momento del día son las noches con su Luna en esplendor. Son las noches las que me hacen sentir con la fuerza más efusivas para poder bailar, reir, conocer y sentir intensamente.

Creo que lo había escuchado alguna vez o leído, que los poderes de la Luna desde hace muchas noches antiguas es un sanamiento y es el momento ideal para los ritos que acompañan el cuerpo, alma y corazón.

Me viene una anécdota para afirmar esto de las noches que he tenido. Han surgido cosas muy buenas en ellas, de hecho creo que nunca me ha ido tan mal en ninguna noche durante 20 años. Bueno ahora que lo pienso bien...sí, una sola vez, pero esa vez se olvida porque no vale la pena echar a perder esos 19años de noches. Pues la anécdota viene desde una noche donde descubrí que era ella la que me daba la soltura de escribir o simplemente me daba el poder en mi mano para entintar papel y expresar letras que significaron sentimientos y esos fueron poemas. Jamás pensé poder llegar a escribir, es como de rito y en el rito yo soy la que entra en trance. Comienza a la media noche, mi mente sigue trabajando, no me deja conciliar el sueño, empieza la repetición de una palabra, segundos después ya son varias, forman frases empieza a sonarme bien, están repitiéndose mentalmente una y otra vez, salgo de mis sábanas, prendo la luz que está en el buró,tomo la hoja que primero encuentre junto con alguna pluma, escribo, suelto todo, se queda en la alfombra, apago la luz y vuelvo a cobijarme en sueño.

El velero que me lleva, que me lleva, arriva y parte a todos puntos, porque realmente nunca encuentra su lugar. Su lugar eternamente en la mar.